Espiritu Santo

Por Rubén Cedeño

RUBÉN CEDEÑO RESPONDE A EDGAR SHAISTER

¿Qué se entiende por el único pecado no perdonable que es la blasfemia contra el Espíritu Santo? .

Bilbao 15.10.2014

Para poder entender lo que es la blasfemia contra el Espíritu Santo tendríamos que saber, qué es el Espíritu Santo. Por el Espíritu Santo se pueden entender varias cualidades espirituales de las que podemos mencionar algunas. El Espíritu Santo es el “Amor Divino”, como así también la divinidad dentro la de materia, lo que es un punto de mucho cuidado. Jesús, cuando da la promesa del “Espíritu Santo”, dice: “Vosotros le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros”. El Espíritu Santo como la divinidad en la materia es lo mas sagrado bello, puro y espiritual que existe, que se debe cuidar y reverenciar con extremo cuidado y el pecado que se pueda cometer contra el Espíritu Santo es ir contra uno o mas de sus dones, que son las cualidades de los “Siete Rayos”. Esto puede ser ir contra la Voluntad de Dios, atentar contra la fe, atacar la sabiduría, impedir el amor, ir contra el arte y la belleza, mentir, propagar enfermedades, empobrecer a alguien, no perdonar, es así como dañar, maldecir, maltratar la materia, los cuerpos de las personas, ya que son hechura de la divinidad y están impregnadas de ella. Pegarle, robarle, maltratar o torturar a una persona, abandonar un hijo, robar a alguien son acciones contra el Espíritu Santo y se pagan muy caras por “Ley de Karma”.

Cuando se dice que las faltas contra el Espíritu Santo no son perdonables es que el que ha sido agredido puede perdonarlas y debe hacerlo, toda agresión hay que perdonarla, pero eso no quiere decir que el agresor quede eximido de pagar su culpa, la pagara y bien costosa para que aprenda por siempre que la obra y la Voluntad de Dios se respeta en cualquiera de sus manifestaciones. Nos protegemos del pecado contra el Espíritu Santo llevando una vida de bendiciones, bendiciendo el bien de todo lo que contactamos sean personas y cosas, aunque merezca una maldición. Maldecir es un asunto que nunca se debe hacer porque trae consecuencias indecibles para el que lo hace porque es un pecado contra el “Espíritu Santo”.